Miércoles de preguntas en jueves.
Un joven ayer me hizo una pregunta que varias veces me la han hecho.
“¿Porqué la Iglesia me está cobra por casarme? Se supone que los sacramentos son gratis”.
Joven, no se supone que los sacramentos sean gratis. Los sacramentos SON gratis.
El dinero que la administración de la parroquia solicita es considerado como donativo para hacer gastos muy concretos.
Los invitados a las bodas cuando llegan al Templo, ya todo estará listo y servido.
Una boda hay que prepararla. Todo eso cuesta dinero.
En una boda se necesitan flores. En una boda se necesitan velas. Muchas veces, se necesitan músicos. Todo eso cuesta dinero.
Después de la boda, hay contratar a alguien que limpie el confeti que a veces los invitados le tiran a los novios. Todo eso cuesta dinero.
Después de una boda hay que hay que lavarlas las alfombras de los chicles, caramelos y colillas de cigarrillos que dejan los invitados. Todo eso cuesta dinero.
Y aunque parezca mentira, después de una boda, a veces se desaparece el florero de un santo, que después hay que reponer. Todo eso cuesta dinero.
En las cosas de Dios no hay que ser mezquinos.
Cuando el César nos cobra los impuestos, nosotros no reclamamos, pero en las cosas de Dios si reclamamos. ¿Quién es más importante? ¿César o Dios?
Más importante que las flores, las velas, el confeti, las alfombras, las fotos y el anillo, es que tu matrimonio tendrá la bendición de Dios y eso no tiene precio.
Claro, si no quieres dar el donativo a la Iglesia, puedes alquilar un club privado para casarte. Hay muchos en la guía telefónica.
En ese club privado, te van a cobrar un ojo de la cara. ¡Y si desaparece aunque sea una cuchara, te van a multar!
Lo que es peor, es que tu matrimonio no tendrá la bendición de Dios.
Piensa en todo esto. ¡Que Dios bendiga tu matrimonio!
¡Un saludo!
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