lunes, 13 de julio de 2009

Llaneros solitarios

Cuando yo era muchacho, varias veces tuve peleas en donde siempre casi siempre perdía.

En las peleas, yo llevaba un “padrino”.

El padrino me animaba, me enseñaba boxeo y como siempre perdía, el padrino me llevaba a la farmacia a que me curaran.

Algo parecido pasa cuando se predica el Evangelio.

El Evangelio de la Santa Misa de ayer fue muy educativo. Me recordó mi juventud.

El Señor Jesús envió a los Apóstoles a predicar y los envió de dos en dos.

En la Iglesia no existen los “llaneros solitarios”, que andan haciendo cosas a solas y muchas veces, a escondidas del sacerdote o el catequista.

Tampoco existen los que dicen que son “católicos independientes” o “católicos a mi manera”.

¡Y mucho menos los que dicen “Dios, la Biblia y yo, es todo lo que necesito para evangelizar”!

La evangelización tiene que hacerse en Iglesia, siempre con un hermano.

La evangelización del “llanero solitario” es la evangelización de Satanás.

El Señor Jesús era sabio. El sabe porqué los mandó de dos en dos. Satanás va a reventar a trompadas a los católicos que andan predicando solos.

La Iglesia Católica es una NACION que tiene su ciudadanía en el Cielo. El Señor Jesús viene a salvar a una nación, no viene a salvar a personas individuales.

Somos una nación. Como nación tenemos que apoyarnos unos a otros.

Si alguien no sabe predicar, que apoye al hermano que si sabe predicar.

Si alguien no sabe cantar, que apoye al hermano que si sabe cantar.

Si alguien no sabe enseñar, que apoye al hermano que si sabe enseñar.

En la Iglesia no queremos “llaneros solitarios”. A esos Satanás los va a revolcar, los va a patear y les va a hacer de todo.

Después no vengan llorando.

¡Un saludo!

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