lunes, 6 de julio de 2009

No se preocupen!

El Evangelio de ayer fue bastante trágico = El Señor Jesús fue rechazado por sus vecinos.

La gente en vez de alegrarse porque el Señor Jesús era uno de ellos, ¡se escandalizaron!

“¿De donde sacó la sabiduría ese?”.

No es como dicen los bobos de la Nueva Era, que andan diciendo que “el Señor Jesús se fue a estudiar a la India y que por eso era inteligente”.

El Evangelio hubiera dicho algo así como “¡Ese aprendió bastante en la India!”.

El Evangelio es claro. El Señor Jesús creció entre ellos, como un carpintero, por eso es que lo despreciaron.

Hermanos, la gente no ha cambiado mucho, especialmente en las parroquias.

Cuando viene un predicador de afuera, salimos corriendo a verlo. ¡Pero cuando el párroco dice que habrá una enseñanza, son tres o cuatro gatos los que van!

Y los que van siempre son los mismos.

El Evangelio de ayer debe poner a meditar a los que predican la Palabra de Dios y sirven a la Iglesia en algún ministerio.

No se preocupen si en sus propias parroquias nadie les pone atención o en los grupos parroquiales los hacen a un lado.

No se preocupen si los “hermanitos lindos”, les dan de besos, les dicen “Dios te bendiga” y cuando dan la espalda, sale un cuchillo de la lengua del hermanito.

No se preocupen si en sus propias parroquias son rechazados.

No se preocupen si les dicen = “¿Y a ese qué le pasa? ¡Apenas tiene dos meses en el grupo y ya quiere dirigir el Rosario!”.

No se preocupen si les dicen = “¿Y ese no es el exdrogadicto? ¡Ya quiere ser lector!”.

No se preocupen si les dicen = “Viene a predicar el Doctor en Divinidad, Master en Biblia, Ph.D. en Historia, el filósofo, doctor, profesor, Señor, reverendo Don Juan”.

No se preocupen si les dicen “Don Juan no pudo venir, necesitamos a alguien que predique... ¡aunque seas tú!”

Acostúmbrense a los rechazos de los “hermanitos lindos”. Al Señor Jesús también lo rechazaron.

¡Un saludo!

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