Vengan a un sitio tranquilo

En la Iglesia siempre hay cosas qué hacer.

Los que estamos trabajando en los negocios de nuestro Padre Celestial tenemos la agenda hasta el tope.

De eso trataba el Evangelio de la Santa Misa de ayer. Eso está en el Evangelio según San Marcos capítulo 6, del versículo 30 en adelante.

El Evangelio dice que los Apóstoles se reunieron con el Señor Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.

Imaginémonos a los Apóstoles. Llegaron con toda esa adrenalina, diciendo todo lo que habían hecho y deshecho:

“¡Maestro! tuvimos que hacer retiros, reuniones, ir a formación, hacer Apologética, ir a la radio, escribir, llamar al Eco Católico, ir a orar por una familia…

“¡Maestro! Tuvimos que escribir comentarios, leer los documentos de la Iglesia, rezar el Rosario, estudiar la Biblia, leer los Padres de la Iglesia, revisar el Catecismo…

“¡Maestro! Tuvimos que hacer reuniones con el párroco, refutar los argumentos de algún “católico de izquierda”, orar, ir a dar charlas, grabar, actualizar el sitio de Internet…

“¡Maestro! Fuimos a dar catequesis, refutar alguna crítica de la Prensa hacia la Iglesia, ir a conferencias, ir a hablar con una muchacha que se quiere hacer un aborto…

El Señor Jesús es sabio. El sabía que los Apóstoles se estaban desgastando.

El Maestro los llamó a parte y les dijo “Vengan a un sitio tranquilo a descansar”. (v. 31)

Queridos hermanos en los ministerios = Cuídense del agotamiento espiritual.

Es TERRIBLE estar cansado espiritualmente. Tarde o temprano, los que estamos metidos en cosas de la Iglesia vamos a cansarnos.

Algunas veces, las personas que están trabajando en los ministerios deben apartarse a descansar, sino van a reventar.

Los pastores también necesitamos que el Señor Jesús nos pastoree.

Por eso es que es importante que más personas se acerquen a la Iglesia y se involucren en los ministerios.

Como dicen en Nicaragua, seamos devotos al “San Vaya” y no sólo a “San Venga”.

¡Un saludo!