Maduritos

Los judíos le llamaban “Fiesta de los Primeros Frutos” a Pentecostés. Esa fiesta indicaba el inicio de la cosecha de las frutas.

Los campesinos judíos se levantan muy temprano a recoger las frutas, igual como lo hacen los campesinos en todo el mundo.

Los campesinos de Israel deben ser muy parecidos a los campesinos de Nicaragua.

En Nicaragua, un campesino jala las frutas con un gancho, mientras otros campesinos con una sábana agarran las frutas para que no se apachurren.

Lo mismo pasa en la Iglesia Católica.

Uno jala a un amigo o a un vecino a un grupo parroquial, mientras los demás lo cuidamos para que no se apachurre.

En la Iglesia nadie se salva solo. En la Iglesia nos salvamos en comunidad.

Hace casi dos semanas se celebró Pentecostés, el cumpleaños de la Iglesia.

Es temporada de empezar a recoger los FRUTOS del Espíritu Santo.

¡Ya están maduritos! Como dicen en Costa Rica, “ya están pintones”, hay que jalarlos.

Los frutos del Espíritu son nueve: Amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio.

¡Qué número más bonito! = 3 que es la perfección por 3 Personas de la Trinidad, son nueve frutos del Espíritu.

Vamos a aprender acerca de los frutos del Espíritu.

¿Cómo sé si el Señor Jesús ha llegado a la vida de alguien? = A través de los frutos.

¡El Señor Jesús era un campesino muy sabio! El Señor Jesús nos dijo “que por los frutos los van a reconocer” (S. Mateo 7, 16).

Qué triste es que hay hermanos que no se dejan agarrar por el Espíritu Santo que dirige a la Iglesia. ¿Saben que les va a pasar?

Se van a estrellar contra el suelo y se van a apachurrar.

Esos frutos apachurrados que no sirven para nada, sólo sirven para que se los echen a los chanchos.

¡Un saludo!