No hay plata

Queridos hermanos,

Durante el mes de Junio, el Santo Padre Benedicto XVI orará para que las naciones ricas ayuden a las más pobres, especialmente en el asunto de la deuda externa.

¿Qué es eso de la deuda externa? ¿Porqué la Iglesia se tiene que meter en economía?

La deuda externa es el dinero que tiene que pagarle un país a los organismos internacionales como el Fondo Monetario o el Banco Mundial.

Por ejemplo, cuando hay un desastre natural, esas organizaciones le prestan dinero al país para resolver esa emergencia.

El problema es que el dinero se utiliza para otras cosas o sencillamente “se los clavan”.

Entonces, el país no puede avanzar porque está siempre endeudado y la ayuda social se recorta.

Como quien dice “No hay plata”. ¿Y los pobres? Bien, gracias.

Entonces ocurren cosas extrañas. A veces, los organismos muy sutilmente se meten en decisiones que no le corresponden.

“¿Quiere el dinero?, entonces haga esto, esto y esto”.

Por lo general, los programas sociales son los primeros que salen perjudicados.

Muchas veces esas decisiones se oponen a los principios cristianos, porque los países tienen que hacer sacrificios insoportables.

Es allí en donde entra la Iglesia Católica poniéndose del lado de las naciones pobres.

En nuestra Iglesia hay algo, que dicho sea de paso, ha sido terriblemente manipulado, que se llama “Doctrina Social de la Iglesia”.

Los invito a que la lean con la ayuda de un sacerdote o catequista.

El cristianismo es algo espiritual, pero está muy presente en la sociedad y la está transformando.

El mundo económico muchas veces ve solamente una parte del ser humano.

La Doctrina Social de la Iglesia nos ayuda a ver a las personas de forma completa, de forma espiritual, pero también como miembros de una sociedad.

En Junio, oremos para que se aligere la carga de la deuda externa en las naciones más pobres.

¡Un saludo!