martes, 16 de junio de 2009

Un profeta

Hoy la Santa Iglesia Católica celebra la fiesta del Profeta San Eliseo.

El Profeta Eliseo es un personaje del Antiguo Testamento, discípulo del Profeta Elías.

Muchos me preguntarán que porqué la Iglesia Católica celebra la fiesta de personajes del Antiguo Testamento.

¿Acaso ellos se santificaron y se ganaron el Cielo? Pues si. Ellos se santificaron cumpliendo la Ley de Moisés.

En el Antiguo Testamento no existía la gracia que tenemos los católicos. Los judíos se salvaban cumpliendo la Ley de Moisés.

El Profeta San Eliseo es testigo de la desaparición de su maestro, cuando fue llevado al cielo en un carro de fuego.

El Profeta San Eliseo heredó el carisma de profecía de su guía espiritual, el Profeta Elías.

¡Miren la importancia de un guía espiritual! Un profeta confirma a otro profeta. Elías confirmó a Eliseo como profeta.

Un guía espiritual no es sólo para llegar a contarle mis problemas y que me de palmaditas en la espalda.

Un guía espiritual también nos ayuda con los carismas que el Espíritu Santo nos ha dado para ponerlos al servicio de la Iglesia.

Hay un detalle del Profeta San Eliseo que me llama la atención y es que a pesar que estaba muerto, sus huesos hicieron un milagro.

Eso está en la Biblia, en 2 Reyes 13, 20-21. Los huesos de un personaje del Antiguo Testamento hicieron un milagro.

Yo me pregunto = ¿Qué podrán hacer los huesos de un santo del Nuevo Testamento en donde SI está la gracia?

Por eso es que los católicos guardamos todos los huesitos de los santos. A eso la Iglesia le llama “reliquias”.

Cuando les pregunten ¿Porqué los católicos guardan las reliquias de sus santos? ¿Dónde en la Biblia dice que los huesos de un muerto hacen milagros?

Cuéntenle la historia del Profeta Eliseo.

Profeta San Eliseo, ¡ruega por nosotros!

¡Un saludo!

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