En medio de escándalos de curas violadores, curas calenturientos y curas que se cambian de Iglesia (como si fuese zapatos), hoy la Iglesia Católica está de fiesta.
¡Hoy empieza el Año Sacerdotal!
Aún faltan nueve días para que termine el Año Paulino. Tenemos nueve días para orar de forma especial por los sacerdotes.
O sea, hagamos una “novena” = Nueve días. ¿Se dan cuenta que de allí vienen las novenas?
El Señor Jesús instituyó el sacerdocio el Jueves Santo, cuando les dio una orden a sus discípulos
“HAGAN esto” = Convertir el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor Jesús.
El sacerdote vive para la Eucaristía. La misión principal del sacerdote es llevar al Señor Jesús al mundo a través de la Eucaristía.
El sacerdote que no celebre la Eucaristía, está perdiendo su tiempo y lo que es peor = Le está haciendo perder el tiempo a la Iglesia.
¡Y hay más! El Señor Jesús resucitado tomó aire y sopló sobre sus Apóstoles (S. Juan 20, 22-23).
El Señor Jesús les dio la autoridad a los sacerdotes de perdonar los pecados. Ese poder NADIE que no sea sacerdote lo tiene.
El sacerdote hace el trabajo del Señor Jesús = Perdonar pecados y salvar a los pecadores.
El sacramento de la Reconciliación surge de las entrañas del Señor Jesús. Por eso, el Año Sacerdotal empezará durante la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.
¿Saben qué significa eso? = Que el sacerdocio católico surge del mismo corazón del Señor Jesús.
Oremos por los sacerdotes durante este Año Sacerdotal que empieza hoy, para que ellos tengan el mismo corazón del Señor Jesús.
Algunos sacerdotes tienen el corazón de piedra. El sacerdote NO es un profesional. El sacerdote es un pastor.
Cuando el Señor Jesús esté juzgando a los sacerdotes no les preguntará si pudieron pagar salarios, si pagaron aguinaldos, si pintaron la Iglesia o si realizaron bingos.
El Señor Jesús preguntará a los sacerdotes “¿Cuántas ovejas que te encargué se te perdieron?”.
Señor, danos muchos y santos sacerdotes.
¡Un saludo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario